domingo, 30 de noviembre de 2008

Los límites de la cueva


Cuando me encuentro en la frontera entre la ensoñación y la vigilia, mi cueva no está definida. la decoración está muy difusa. Es el proceso de transformación que acaece regularmente todos las días al salir del mundo del inconsciente y adrentrarme nuevamente en el consciente. La confusión y el mal discernir son características destacadas de este interludio. Mi mente confunde los hechos, las ideas, los distintos mundos que encontramos a cada lado de la puerta de la cueva.

Los acontecimientos se mueven en ambas direcciones y, en realidad no sabes muy bien donde te encuentras.


Este fenómeno, que ocurre habitualmente, diariamente, el paso del ensueño a la vigilia, puede durar muy poco, o por el contrario, se puede prolongarse en el tiempo de forma natural , o de forma artificial, cuando has consumido psicotrópicos. Estos alteran considerablemente Las percepciones , las señales que vienen del exterior de la cueva, al igual que los ensueños interiores creados y deformados con material externo. No sabes realmente si te estás asomando a la puerta de la cueva, estas en el interior o te encuentras en otro lugar, fuera de ella.


La mente individual tiene la capacidad de crear estados diferentes de consciencia, dependiendo . por su puesto, de señales químicas, sustancias varias que afectan directamente a la comunicación entre las neuronas, células componentes de la masa encefálica, llamada cerebro, en donde se aloja la consciencia, la inconsciencia, el yo, y tambien depende de señales exteriores, acontecimientos que forman parte de nuestra vida cotidiana que van dando a la conciencia material para su desarrollo y evolución.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Mi cueva


Hace tiempo que la conciencia hizo aparición en mi mente, en mi yo, en mi ser individual. No recuerdo exactamente cuando ocurrió esto. Es un acontecimiento que va progresivamente sucediendo sin que nos demos cuenta. La cueva en la que me encuentro cambia constantemente con el paso lento pero inexorable del tiempo; la transformación también se produce lentamente, aunque , a veces, hay acontecimientos que cambian la configuración de la cueva de manera repentina. Las señales exteriores, los mensajes que me llegan del exterior de la caverna modifican sin descanso el interior y mi yo , al igual que las células de mi cuerpo va evolucionando o, a veces , involucionando hacia la renovación, a veces hacia la decrepitud.

Me miro al espejo , al despertarme, miro a la entrada de la cueva, miro al interior de la cueva y cada día que pasa, me pregunto quien es la figura que veo en el espejo. Mi conciencia me dice que es el ser material , formado por millones y millones de moléculas , el que aparace delante de la puerta de la caverna, el ser individual , único , que alberga mi ser. Pero hay veces que no lo reconozco , y me pregunto quién será realmente.

En el mundo interior de mi cueva , de la conciencia, en etapas de sueño , la decoración de las paredes sufre una metamorfosis radical , las señales que percibo durante la etapa de realidad integral se deforman, se mezclan, crean una nueva realidad reflejo del proceso metabólico que sufren estas señales al entran en la caverna.

Dos mundos, uno llamado consciente y el otro inconsciente, se suceden alternativamente a lo largo del proceso de transformación del yo. Los dos son necesarios para la supervivencia del individuo material. En caso de mutaciones graves en uno de estos mundos, el ser individual se desmorona , deja de existir como tal, queda la materia putrefactándose, hasta su destino final, el no ser, que es en realidad el destino final de cualqulier conciencia, la desaparición definitiva de la cueva, el derrumbe, la inexistencia definitiva.