jueves, 22 de octubre de 2015

Soliloquio de un cadáver - Deceso uno

Sentado delante del ordenador ancestral. Escuchando la banda sonora de Blade Runner. Navegando por páginas web diversas, sesgadas, profundas, superficiales, surrealistas, realistas. Mi nivel de ansiedad disminuye notablemente. Súbitamente comienzo a sentir un dolor extraño, irreconocible, profundo. Se agudiza sin explicación, inexorablemente. Una parte de mi cuerpo se paraliza progresivamente. Mis estatocistos dejan de ejercer su función. Me desequilibro. La gravedad causa mi caida. El golpe contra el suelo retumba. Mi percepción disminuye. Veo el túnel que me lleva a la inconsciencia. Todo se apaga. No siento. He dejado de padecer.

Ulises

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