sábado, 20 de diciembre de 2014

El Depósito

Hoy la expectación en el barrio es máxima. Van a llevar a cabo el derrumbe del antiguo
depósito del agua. La línea de seguridad es difusa. Los vecinos quieren ver el espectáculo
de cerca. Se ha interrumpido la circulación de vehículos y de la línea treinta nueve.
Nuestro querido autobús que nos lleva a Ópera. Al centro, como dice mi madre. Todo está
preparado. El depósito viste engalanado un fajín oscuro que envuelve su cintura. Se
produce la detonación. La onda sonora retumba en nuestros oídos. La gente recula,
piedras lanzadas como bólidos se mueven velozmente a ras de suelo. El antiguo edificio
albergador de agua se transforma en escombros, en hierros retorcidos, en una masa
amorfa, entrópica. En nada reconocible. Los bomberos, con sus mangueras sofocan la
situación. El polvo se disipa. Será difícil olvidar a nuestro querido depósito del agua.
SC

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