Notas de una melodía sublime resuenan armoniosas en la sala de conciertos. Una
mandolina destaca insuperable entre la orquesta de cuerda barroca. La música de Vivaldi
inunda el ambiente a mi alrededor. El sopor invade mi conciencia. En el reloj de pared dan
las tres. Es hora de imbuirse en el mundo de la inconsciencia.
SC
No hay comentarios:
Publicar un comentario